La fiesta de Ralph es en realidad la inauguración de la exposición de cuadros de Ralph, y ¿Que chica no ha soñado con una muestra de amor así? Entrar en una sala llena de cuadros de momentos, de símbolos, de recuerdos... Una exposición montada y pensada solo para ti (chicos del mundo: ¡tomad nota!).
A demás es la típica escena de película en la que pasa de todo y no te enteras de nada, pero organicemos esto un poco y empecemos por el principio.
Cuando lees las invitaciones ya piensas “puto Ralph, para de ser tan genial”, y te empiezas a preguntar como acabará toda esta historia entre Siobhan, Karl, Ralph, Smith, Cheri y Jem.
Pues bien Ralph, básicamente, monta la “fiestecita” para que Jem se dé cuenta de que Smith es un asqueroso y un imbécil, y eso hace que Ralph sea más genial aún. Ridiculizar a Smith de tal manera que acabe pidiendo matrimonio a Cheri está bien, pero que Ralph acabe con Jem es aun mejor (después de escenas como la de las guindillas o la mostaza, era obvio).
Por último solo queda hablar de Karl y Siobhan, que la verdad es que me han cansado mucho durante todo el libro, pero bueno en la fiesta ya son insoportables. Aguantar a Karl borracho agobiando a Siobhan, mientras ella lleva su estupenda y fantástica vida junto a Rick no apetece, y menos si estas esperando, mientras lees su historia, a saber qué pasa con la de Ralph y Jem.
Conclusión: Otra fiesta a la que hubiese estado bien asistir.